Lo que no te dicen de la primavera

Nací en un país tropical como Venezuela, en donde no tenemos estaciones, no hace ni mucho frío ni mucho calor. Por eso, mi encuentro más cercano con la primavera fue en viajes ocasionales y las películas.

Pero hay algo que no te dicen sobre esta maravillosa época, y es que al principio no son sólo vestidos y sandalias lo que podemos usar, sino todo lo contrario.

Lo maravilloso es que vemos como va cambiando la estación y el frío deja que la vegetación comience su ciclo otra vez para darnos esas hermosas flores y campos lleno de verde.

Lo no tan maravilloso es que todavía no puedes alejarte de los abrigos ni de las bufandas, pero esto puede jugar a tu favor haciendo que tu cantidad de outfits sea mayor. Con un poco de creatividad se pueden ir uniendo piezas de primavera con algunas de invierno.

Ciertamente hay días de sol, donde sus líneas nos calientan y refrescan de un invierno que nos deja llena de ganas de calor. Y son en esos momentos donde los vestidos surgen del placard o armario y llegan a nuestro guardaropa.

Viviendo ahora en un país con sus estaciones, me doy cuenta que en el inicio de primavera hay que abrigarse, no todo es vestidos floreados y margaritas. Pero que si se vive un cambio que abre más que una nueva temporada, te brinda la oportunidad de combinar.